Se acabaron las vacaciones, los viajes y las maletas. Las prisas y la falta de Internet. Entramos en la rutina, en el trabajo y ¡en el blog!. Por fin puedo cocinar y escribir tranquila.
Cuando empezamos un año nuevo, solemos llenarnos de buenos propósitos y cambios que queremos hacer en nuestra rutina y/o en nuestros hábitos. Uno de mis propósitos de este año es salir de mi área de confort en algunas áreas de mi vida, para poder crecer.
Eso incluye mi cocina, por supuesto. Por eso he creído conveniente empezar a ir a algunos cursos de cocina. El primero ha sido en cocina molecular, una cocina de la que no tengo ni idea, aunque me llama mucho la atención, ya que salen auténticas maravillas.
Gracias a mi padre conocí ChefsWorking, una nueva escuela de cocina profesional en la cual dan muchos cursos a diarios y con mucha flexibilidad de horario, algo que me ha facilitado bastante poder asistir.
Una de las recetas que preparamos en el curso fue esta falsa yema de huevo, hecha, con lo que opino, es la parte más sencilla de este tipo de cocina: las gelatinas vegetales. Me pareció genial para empezar a familiarizarme con este tipo de cocina y de elaboraciones, ya que son sencillas de encontrar y de manipular. ¡Así podremos practicar en casa!.
El resultado me encantó, porque queda un trampantojo precioso y tiene un sabor muy intenso y refrescante a mango. Una fruta que me encanta.
Sí no os gusta el mango, se puede hacer con otra fruta. Pero para no variar las cantidades de xantana y gelatina vegetal, os recomiendo que la fruta sea semejante en cuanto a textura y cantidad de agua.
Ingredientes para el interior de mango:
500 gr. de pulpa de mango
100 gr. de agua
2 gr. de xantana
Ingredientes para el baño de oro:
400 gr. de agua
100 gr. de azúcar
30 gr. de gelatina vegetal
c.s. de colorante en polvo oro
Elaboración:
1. Triturar la pulpa de mango, el agua y la xantana.
2. Meter la mezcla en moldes de semi-esferas de silicona y congelar.
Mientras tanto, preparamos la cobertura de oro.
3. Ponemos los ingredientes del baño de oro a fuego bajo.
4. Removemos muy suave, hasta que estén todos los elementos bien mezclados y sin burbujas.
Preparamos las falsas yemas.
5. Sacamos las semi-esferas de mango del congelador. Las pinchamos en un alfiles o imperdible y las bañamos en el oro, unas tres veces.
6. Las colocamos, con cuidado, en el plato en el que las vayamos a presentar y esperamos a que se descongelen.
¡A disfrutar! 🙂
Que chulisimo que ha quedado, me encanta ¡¡¡¡👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
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El baño de oro se puede aplicar sobre otras cosas¿
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¿A qué te refieres exactamente?
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Pues por ejemplo en una mousse helada
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Sí, porque al fin y al cabo es gelatina. Lo que pasa que sérá difícil la manipulación. Yo te recomendaría que hicieras un velo (que extendieras la gelatina en una bandeja cuadrada y la dejaras enfríar) e hicieras con ella canelones de mousse helada.
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Que buena idea tomo nota 😊
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Espero que te quede genial. Ya me contaras 🙂 Besos.
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Gu… a… u!!! Que elegante, quiero probar un trocito. Felicidades y Besitos
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Me alegro que te guste. Espero ir aprendiendo alguna técnica más e ir compartiendola. Besos.
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Gracias por compartir esta receta. Me gusta sorprender de vez en cuando con este tipo de platos moleculares pero no se ven muchas recetas por la red. Me la copio :o)
Besos,
Palmira
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Tienes razón en que no se encuentran muchas recetas en la red de cocina molecular, algo que me parece extraño, ya que aparentemente está «de moda». Quizás sea porque no es sencillo encontrar algunos de los productos necesarios para hacerla, no lo sé.
Me alegro que que te haya gustado y espero que les encante a tus invitados 🙂
Besos.
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